

"Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca”
Mt. 7, 25

Con gran alegría presentamos el anuario 2019-2020. Varios son los motivos:
La alegría de ver todo lo que se ha realizado durante el año. Cuánto esfuerzo y trabajo compartido entre todos para cumplir la Misión.
La alegría de saber que todos dimos lo máximo, que hemos puesto en juego los
talentos que Dios nos ha regalado para que las/os alumnos tengan la
oportunidad de prepararse para el futuro que sueñan y merecen alcanzar.
Creemos que de esa manera contribuimos a construir sólidamente, como dice:
Una buena formación académica y en valores es el cimiento adecuado y firme.
Alegría y satisfacción porque en nuestro querido colegio siempre estamos
avanzando, atentos a las innovaciones pedagógicas que entendemos se
merecen estos niños/os y jóvenes del siglo XXI. Por tal motivo estamos
empeñados en trabajar con nuestro Diseño Curricular por competencias y con
proyectos que apuesten a la mejora continua y produzcan impacto positivo
en los aprendizajes de nuestros estudiantes.
Como siempre lo que se ve en el anuario es sólo una muestra de lo
realizado juntos estudiantes, animadores, catequistas, docentes, funcionarios
todos, directivos y también las familias, primeras educadoras. Sin duda mucho más se vive, aprende, juega a diario teniendo presentes los valores Ignacianos: trabajo, entusiasmo, cuidado de los vínculos, sencillez y confianza en los demás y en Dios.
Una vez más agradecemos a las familias la confianza depositada en el Colegio Javier,
educar a quienes son su más preciado tesoro. Todos los que formamos parte de esta
querida comunidad educativa estamos comprometidos con el trabajo diario
sin escatimar esfuerzos, porque nos reconocemos herederos de nuestro Fundador,
San Ignacio de Loyola. Asumimos la responsabilidad de contagiar la Alegría
del Evangelio, como nos invita el Papa Francisco, así como a procurar la santidad
–que no es otra cosa que la plenitud humana y por tanto la felicidad –
en nuestra cotidianidad.
Que este anuario 2019- 2020 sea para todos sus protagonistas testimonio
humilde y agradecido de lo vivido y compartido.
Que Dios, La Dolorosa, Ignacio de Loyola y Francisco Javier
los bendigan abundantemente.
P. José Rodríguez, SJ
RECTOR


Nos encontramos inmersos en el Proyecto InnovAcción XXI, que busca formar, explorar y aplicar en el Javier, las diferentes aportaciones de los movimientos más significativos en innovación pedagógica a nivel mundial.
Nuestro objetivo es preparar a los estudiantes desde su realidad, a vivir en un
mundo cambiante, ya que estamos convencidos en la educación y enseñanza
para la vida.
El desarrollo de la inteligencia espiritual, emocional y social son los pilares
base de nuestra Pedagogía Ignaciana, que se pone en práctica durante la
formación pastoral, el discernimiento, la acción social comunitaria,
campamentos formativo y los ejercicios espirituales.
Nuestra propuesta educativa está basada en la práctica del desarrollo integral
del estudiante por medio de múltiples herramientas como:
la estimulación temprana, la aplicación de las teorías de las
Inteligencias Múltiples,el trabajo colaborativo; así como el desarrollo
del pensamiento crítico y creativo. Haciendo del estudiante un protagonista
dentro de su aprendizaje y del maestro, un acompañante en todo este proceso.


