Formamos javerianos y javerianas con altos estándares académicos. Nuestros bachilleres están capacitados para aportar con bases sólidas al desarrollo de la sociedad, siendo fieles a sus convicciones éticas y espirituales, fortalecidas por el Paradigma Pedagógico Ignaciano (PPI), el cual guía y engloba todos  los fines en que girará la constitución integral del estudiante.

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• Formación intelectual: Potencia e impulsa el pensamiento lógico, crítico y creativo necesario para el desarrollo de conocimientos, sobre todo aquellos de carácter teórico; así como a propiciar una actitud de aprendizaje permanente que permita la autoformación. Nuestros estudiantes desarrollan habilidades para razonar, analizar, argumentar, inducir, deducir y otras, que le permiten la generación y adquisición de nuevos conocimientos y la solución de problemas.

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• Formación humana: Este aspecto corresponde a un reencuentro con los valores, capacidades y potencialidades expresivas que permiten en nuestros javerianos y javerianas superar miedos, desánimos, sufrimientos que en cada ser humano son muy superiores a aquellas que normalmente se experimentan. Nuestros programas de acompañamiento y guía espiritual buscan fomentar, siempre en Cristo, experiencias enriquecedoras que fomenten la paz interior, la  confianza personal y el correcto accionar.

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• Formación social: A través de vivencias personales  donde los javerianos y javerianas comparten con personas necesitadas, fortalecemos los valores y las actitudes que le permiten al sujeto relacionarse y convivir con otros. Desde esta perspectiva se propicia la sensibilización, el reconocimiento y la correcta ubicación de las diversas problemáticas sociales; se potencia el trabajo en equipo, el respeto por las opiniones que difieren de la suya y el respeto hacia la diversidad cultural.

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• Formación técnica: Nuestros complejos y actuales programas académicos y proyectos están orientados hacia la generación de conocimientos, habilidades y actitudes encaminados a la correcta formación técnica, que  incluye tanto una ética de la disciplina en su ejercicio como los nuevos saberes que favorezcan la inserción de nuestros bachilleres en cualquier universidad del país o del exterior.