El poder del Juego en la Transformación Educativa.

Durante tres días Imma Marín y Ariadna Aragay Marín nos llevaron a un mundo de fantasías donde el juego fue la parte medular de esta enseñanza que nos permite, como Educadores Ignacianos, reimaginar e innovar la educación para las futuras generaciones.

"Sentir antes que conocer" fue una de las frases más significativas del taller. Ella nos invita a ver al juego como un medio por el cual se puede experimentar una mezcla de emociones y sentimientos como: gozo, ansiedad, alegría, miedo, libertad. Todas estas sensaciones le permiten a los niños mostrarse tal y como son. Descubrir y conocer en el otro, formas nuevas de comunicar ideas, crear vínculos de amistad y llegar a reconocer en el “error y frustración” aprendizajes, dándoles la oportunidad de repetir las acciones las veces que sean necesarias y disfrutar esos momentos de dificultad.

Junto a Imma y Ariadna también aprendimos que hay que desaprender para lograr una verdadera transformación educativa. Lograr que los niñ@s encuentren el placer de aprender desde el trabajo con materiales concretos hasta el explorar y crear aventuras fuera de su salón, donde encontrarán un sin número de elementos naturales que maravillan y enamoran a los niños a primera vista.

Algo nos dejaron muy claro, nada de esto se logrará si no asumimos el verdadero rol del docente, el ser acompañantes que proporcionen espacios y experiencias de juegos donde el niñ@ pueda crear historias, representar papeles y ser los constructores de sus cimientos para la vida. Teniendo como fin: Niños competentes, comprometidos, compasivos, conscientes y creativos. Para ello, nuestra mejor arma será nuestra ACTITUD LÚDICA porque así, no solo mejoramos la educación, sino que formaremos niños más felices y locos por aprender.