Mi Experiencia en Sabanilla: Misiones Xaverianas 2019

Hace unos días, durante Semana Santa, tuve la oportunidad de participar en mi primera experiencia como misionera en Sabanilla, Guayas, junto al equipo de pastoral y otros alumnos. Y el día de hoy me siento muy enriquecida del verdadero significado que esta tiene y que recae en nosotros como javerianos católicos.

Consideré esta como una labor que me ayudó a transformar mis valores en acciones y como un espacio de aprovechamiento con quienes me rodeaban, incluyendo tanto la presencia de Dios y la del resto de misioneros conmigo, como también a la gente de Sabanilla, que nos recibió con los brazos abiertos y el corazón contento.

Fue muy grato compartir con esa comunidad los diferentes momentos que se celebran en esa semana. Entre las actividades que realizamos están el vía crucis, el lavatorio de pies, la meditación de las 7 palabras, el compartir con niños y adultos, entre otras. Lo que hizo especial cada uno de esos momentos fue que se podía percibir en cada uno de ellos la esperanza y felicidad que esa semana implica y que buscaban brindarnos su mejor hospitalidad con una sonrisa, cada detalle de humildad que podían ofrecernos fue muy valioso.

Me llenó mucho ver su entrega y amor hacia Dios. Pienso que el reconocimiento de ser un misionero lo merece también el pueblo de Sabanilla, porque en lo personal tuve mucho que aprender de ellos, como el ser agradecida. Ahora lo estoy y gracias a la gratitud pude tener una nueva perspectiva sobre esta celebración. Ocuparme de la tarea de evangelizar a otros resultó volverse mucho más ameno y satisfactorio con el paso de los días. A pesar de sentirme inexperta al principio -ya sea porque dejaba a un lado lo habitual o porque compartiría con personas que desconocía totalmente- después sentí una gran acogida y un nuevo sentimiento de gratitud y serenidad con cada día transcurrido.

Estoy segura de que esos días en Sabanilla sumaron algo nuevo en mí y en las personas con quienes compartí. Hoy, a pesar de que ya no estoy ahí, espero poder seguir practicando los valores que me dejó esta experiencia, para así siempre conservar conmigo lo que gané con ella.